El trastorno de la articulación temporomandibular, también conocido como disfunción mandibular o Compromiso Articular Mandibular (CAT), afecta a casi el 20% de la población. Este trastorno tan frecuente es consecuencia de los cambios evolutivos del ser humano, que durante millones de años de evolución, ha disminuido el volumen del aparato masticatorio y el desarrollo óseo y muscular de la mandíbula. Básicamente, la disminución del tamaño de la boca, pero no del número de dientes, es la principal causa del CAT.
En líneas generales, es un trastorno que limita el movimiento de la mandíbula para acciones cotidianas, como comer, hablar, bostezar, tragar… etc, provocando multitud de molestias a quien la padece.
Existen muchos síntomas asociados al trastorno de la articulación temporomandibular, como dolor ATM, dolores de cabeza o vértigos (hay más y los veremos más adelante), que en muchas ocasiones enmascaran el diagnóstico.
Si te lo han diagnosticado o crees que tus síntomas pueden estar asociados a este trastorno, te invitamos a leer este artículo donde hablaremos de en qué consiste el trastorno de la articulación temporomandibular, qué lo causa y cuáles son los síntomas principales, así como el tratamiento de esta disfunción mandibular (también conocido como tratamiento ATM).

- En qué consiste el trastorno de la articulación temporomandibular o síndrome temporomandibular
- Causas y síntomas de la disfunción temporomandibular
- Disfunción temporomandibular: causas
- Disfunción temporomandibular: síntomas
- ¿El trastorno temporomandibular tiene cura?
- Hábitos y posturas para el trastorno de la articulación temporomandibular ATM
- ¿Tienes trastorno de la articulación temporomandibular? Visita a un especialista
En qué consiste el trastorno de la articulación temporomandibular o síndrome temporomandibular
El trastorno de la articulación temporomandibular afecta principalmente al músculo temporal y a los movimientos de la mandíbula, causando limitaciones funcionales en términos de amplitud de los movimientos.
Para que entiendas en qué consiste el trastorno de la articulación temporomandibular es necesario conocer la morfología ósea de la cara. Las articulaciones temporomandibulares conectan los huesos temporales del cráneo y el hueso de la mandíbula inferior. Tenemos dos articulaciones temporomandibulares (una a cada lado) delante de nuestras orejas. Estas articulaciones están sujetas por ligamentos, tendones y músculos (conocidos como músculos temporales) que permiten que realicemos los movimientos mandibulares, como abrir y cerrar la boca. Digamos que la articulación temporomandibular actúa como una bisagra para abrir y cerrar la boca.
Bien, entendido esto, la disfunción mandibular ocurre cuando el espacio de la cavidad oral no es suficiente para que la mandíbula pueda realizar esos movimientos con normalidad. El músculo temporal puede quedar atrapado en el orificio cigomático, y dada su proximidad, la mandíbula golpea al maxilar superior. En determinados pacientes, este movimiento produce un chasquido.
El impacto produce una sensibilización nerviosa,dificultando o generando dolor en actividades naturales como hablar, comer o deglutir la comida.
Este movimiento disfuncional provoca inflamación y molestias, lo que desencadena muchos otros síntomas, como cefaleas, migrañas, mareos y vértigos, entre otros síntomas.
Enfermedades como el Síndrome de Meniére, la Neuralgia del Trigémino, Parálisis Faciales Periféricas o el Síndrome de la Boca Ardiente, entre otros, pueden tener su origen en el aparato masticatorio, pero hasta ahora, que existe una especialización en el Trastorno de la articulación temporomandibular no se ha descubierto.
De hecho, en muchas ocasiones nos encontramos con pacientes de CAT que no han sido diagnosticados y vienen derivados de otros especialistas tras años buscando una solución a su problema, y habiendo visitado a todo tipo de médicos y sanitarios, desde otorrinos y neurólogos hasta fisioterapeutas y psicólogos.
Al no encontrar la causa de sus molestias o incluso, al haber encontrado a especialistas que dudaban de si sus síntomas eran reales o eran producto de un trastorno psicológico, sienten cierta desesperación.
En SevillaDental nos hemos especializado en el diagnóstico y tratamiento de la disfunción mandibular, por eso, si has llegado hasta aquí buscando información y necesitas un dentista en Sevilla especializado en CAT, queremos aprovechar la oportunidad para comentarte que hemos recibido una formación extensiva en el trastorno de la articulación temporomandibular y te ayudaremos con el tratamiento.
Pero no nos adelantemos, antes de hablar del tratamiento o de las soluciones, veremos las causas y los síntomas de la disfunción temporomandibular para que puedas identificar a grandes rasgos, si alguna de las molestias que sientes cuadra con este trastorno.

Causas y síntomas de la disfunción temporomandibular
Como te hemos adelantado, las causas y síntomas de la disfunción temporomandibular están asociadas a la evolución humana y a la disminución de la mandíbula durante los millones de años de evolución. De hecho, la disfunción mandibular viene derivada de La Enfermedad de la Evolución del Aparato Masticatorio Humano (EEAMH) que afecta a todos los humanos.
Para facilitar la comprensión, una premisa muy básica sería esta: seguimos teniendo los mismos dientes que nuestros antepasados, pero nuestra mandíbula es mucho menor.
Como hemos comentado, es una premisa muy básica, pero clave para comprender la disfunción temporomandibular.
En el siguiente apartado ahondaremos más en las causas de este trastorno.
Disfunción temporomandibular: causas
La disfunción temporomandibular es una Enfermedad de la Evolución del Aparato Masticatorio Humano que nuestra sociedad actual perpetúa, en parte, debido a los hábitos alimenticios.
¿Esto qué quiere decir? Que además de tener estar originada por la disminución de nuestra mandíbula durante la evolución, nuestra dieta también tiene parte de responsabilidad.
Todo o casi todo lo que comemos desde niños está cocinado para que no tengamos que masticar o que la masticación sea más suave. Ya no despedazamos trozos de carne como hacían nuestros antepasados, sino que comemos albóndigas y hamburguesas o cocinamos la carne para que quede tierna y suave, comemos la fruta cortada y pelada, bolsas de lechuga con brotes tiernos, cremas de verduras… En fin, la lista es interminable.
Esto afecta a nuestro desarrollo óseo y muscular de la mandíbula desde que somos pequeños.
Distintos tipos de artritis, como la artritis reumatoide o la artrosis también pueden ser causas del síndrome temporomandibular.
No podemos asegurar la prevención de la disfunción mandibular, pero sí podemos darte unos consejos básicos que pueden ayudar desde la infancia:
1. En la medida en que se pueda, alargar la lactancia materna puede ser útil para el desarrollo óseo y muscular, ya que extraer la leche requiere más esfuerzo que a través de la tetina del biberón.
2. Procurar acostumbrar a los pequeños a matiscar alimentos más duros o fibrosos, reduciendo el consumo de cremas y purés o de panes de molde, por ejemplo. Favorecer el uso de los incisivos al masticar panes con corteza y filetes de carne, fruta con piel sin cortar… En definitiva, tratar de que masticar sea un esfuerzo para los peques puede reducir las posibilidades de padecer trastorno de la articulación temporomandibular de adultos.
3. Insistir en que practiquen una masticación consciente, es decir, que traten de utilizar ambos lados de la boca al comer para evitar asimetrías y disfunción mandibular.
4. Otro consejo es procurar que los niños (aplicable también a los adultos) no duerman de lado, con la mano debajo de la cara o almohada, o bocabajo, ya que con estas posturas estamos ejerciendo presión lateral en la mandíbula y estamos favoreciendo la aparición de mordida cruzada, que además requerir ortodoncia para revertirla, también puede tener relación con el trastorno de la articulación temporomandibular.
¿Y qué síntomas están asociados a la disfunción temporomandibular? Son muchos y muy variados, ya te hemos mencionado algunos, pero en el siguiente apartado veremos un listado completo.

Disfunción temporomandibular: síntomas
La disfunción temporomandibular provoca síntomas que afectan a diferentes zonas del cuerpo. No se limitan exclusivamente a molestias en la articulación de la mandíbula, de ahí que en muchas ocasiones no se diagnostica correctamente.
A grandes rasgos, entre los síntomas de la disfunción temporomandibular se incluyen siguientes:
- Dolor o sensibilidad al tocar la mandíbula
- Dolor de cabeza temporomandibular por ATM
- Dolor en una o en las dos articulaciones temporomandibulares
- Dolor de oído intenso (dolor interno o en zonas adyacentes)
- Molestias para masticar o dificultad para hacerlo
- Crujidos en la mandíbula
- Dolor en la cara
- Bloqueo de la articulación que limita los movimientos de abrir y cerrar la boca
Como hemos dicho, estos son síntomas en líneas generales, pero la disfunción temporomandibular es causante de otro cuadro de sintomatología.
En la siguiente tabla puedes ver otros síntomas del trastorno de la articulación temporomandibular:
Cefaleas | Óticos | Oculares | Motores | Neurovegetativos |
Migraña Cefalea tensional | Inestabilidad Mareos Vértigos Acúfenos Hiper-Hipoacusia Sensación de oído taponado Picor Dolor Quemazón | Ojo seco Epífora Fotofobia Distorsión Dificultad de enfoque | Parálisis facial periférica Ectoprión Contracturas cervicales Parestesias faciales | Depresión Ansiedad Síndrome de la boca ardiente Convulsiones epileptoides |
Además de estos síntomas, la disfunción temporomandibular es una de las causantes del Síndrome de Ménière, un trastorno del oído interno que puede causar mareos severos, tinnitus (un ruido como de rugido dentro del oído, pérdida de la audición, sensación de presión o dolor en el oído. También de la Neuralgia del Trigémino, un trastorno de dolor crónico que afecta el nervio trigémino, que transmite las sensaciones del rostro al cerebro, con episodios de dolor grave, punzante o agudo que puede percibirse como una descarga eléctrica por acciones como tocarse el rostro, masticar, hablar o cepillarse los dientes.
Esperamos no haberte abrumado con tanta información o haberte generado preocupación, ya que el síndrome temporomandibular, aun provocando diversos síntomas, no tiene por qué provocar todos ni a todos pacientes le genera las mismas molestias. Más bien, hemos reunido las diferentes patologías o trastornos que pueden tener un origen en la disfunción mandibular y que antes, cuando no había estudios en la materia, se desconocían o estaban asociados a otro tipo de orígenes.
Lo que sí es importante que sepas es que hoy en día existe formación especializada en CAT con tratamientos que sirven para reducir estos síntomas y en muchos casos revertirla.
Sabiendo esto puede que te preguntes si el trastorno temporomandibular tiene cura. Como en todo, depende de cada paciente. Vamos a ver los casos concretos.

¿El trastorno temporomandibular tiene cura?
Más que una cura, el trastorno temporomandibular tiene diferentes tratamientos y formas de abordarlo. Incluso, en algunos pacientes, los síntomas del trastorno temporomandibular desaparecen sin tratamiento.
Lo habitual es que tu dentista realice una exploración y una valoración de tu caso de forma personalizada a través de diferentes pruegas diagnósticas, como radiografías y tomografías, que le darán la información que necesita para pautar el tratamiento más adecuado.
A continuación vamos a enumerar brevemente los diferentes tratamientos que pueden realizarse:
- Tratamiento farmacológico con medicamentos pensados para aliviar el dolor y las molestias asociadas al trastorno temporomandibular:
- Analgésicos y antiinflamatorios.
- Antidepresivos tricíclicos: en dosis bajas, pueden aliviar el dolor y ayudan a controlar el bruxismo.
- Relajantes musculares: para aliviar el dolor y relajar la tensión muscular y articular.
- Terapias no farmacológicas:
- Férulas orales o protectores bucales (aparatos oclusales).
- Fisioterapia: para ejercitar los músculos de la mandíbula.
- Terapia psicológica: para ayudar a comprender algunos comportamientos que agravan el dolor, como rechinar los dientes o morderse las uñas.
- Cirugía u otros procedimientos para los casos donde los tratamientos mencionados anteriormente no presenten los resultados esperados:
- Artrocentesis
- Open pop-up dialog box
- Artrocentesis
- Inyecciones de corticoesteroides en la articulación y en casos aislados, la inyección de toxina botulínica en los músculos mandibulares.
- Artroscopia temporomandibular
- Condilectomía modificada
- Cirugía de articulación abierta para los casos más graves.
No podemos asegurar la cura del trastorno de la articulación temporomandibular, pero sí tenemos varios caminos para mejorar la calidad de vida y disminuir las molestias que ocasiona.
En todos los casos, será un especialista quien deba valorar cuál es el mejor tratamiento.

Hábitos y posturas para el trastorno de la articulación temporomandibular ATM
Otra de las pautas recomendadas para el tratamiento de la articulación temporomandibular son aquellas referentes a las posturas.
Se deben evitar todas las posturas que conlleven una flexión del cuello, o adelantamiento de la mandíbula. En ambos casos la mandíbula se va a ir hacia delante, lo que robaría espacio para que esta se mueva libremente sin producir compresión y daño.
También hay que evitar posturas que presionen en la zona del dolor (dormir del lado donde duele, estudiar con la mano apoyada en la cara, ver la tele de lado apoyando la cabeza sobre el lado del dolor…).
A continuación, te detallamos una serie de pautas de lo que debes y no debes hacer si padeces de disfunción temporomandibular ATM.
En el sofá

Ver la tele apoyando la mano sobre la mandíbula provoca un desplazamiento lateral de ella, comprimiendo estructuran que desencadenarán dolor.

En su lugar, debes ver la tele sentado o con el cuello recto para evitar la compresión y el desplazamiento lateral de la mandíbula.
En la cama
Cuando la sintomatología (dolor, vértigo…) aparece por la noche, al acostarnos, durante el sueño o nada más despertarnos, significa que la postura que adoptamos al dormir es lo que nos hace daño.

Debes dormir boca arriba, o al menos mientras que se logre evitar esta postura no poner la mano o el brazo debajo de la cara o almohada.
Ambas posturas producen compresión y desplazamiento lateral de la mandíbula.

Cuando ves la tele en la cama no adoptes esta postura, pues flexiona el cuello y por tanto adelanta la mandíbula. Debes ver la tele con la espalda apoyada en el respaldo.
Trabajo, estudio y uso de dispositivos electrónicos

Al usar el móvil, Tablet, ordenador, la pantalla debe estar a la altura de los ojos, o subir un poco el teclado para no flexionar el cuello. Morder bolígrafos también hace que la mandíbula se adelante.

Al estudiar, trabajar, no apoyes la mano en la mandíbula para no desplazarla lateralmente.
Tareas domésticas

Al cocinar o fregar los platos no flexionar el cuello y no sostener el teléfono entre los
hombros.

Al coser no mirar hacia abajo, intentar tener el cuello con la mínima flexión.

Si al planchar la tabla está muy baja la mandíbula avanza. Intentar planchar con el cuello lo menos flexionado posible.
Hábitos
- No mascar chicles.
- Prohibido morderse las uñas.
- Evitar sostener el cigarrillo con los labios.
- No beber agua directamente de la botella.
- No comer pipas.

Todos estos hábitos producen mucho daño porque avanzan la mandíbula.
Además, evitar el hábito de mordisqueo labial, ya que adelanta o lateraliza la mandíbula.

Deporte y actividades que requieren esfuerzo

En el gimnasio cualquier actividad que realices, hacerla sin flexionar el cuello.
Cuando levantes pesas o cargues con objetos pesados evitar avanzar la mandíbula.
Si corres o paseas perros, mira al frente, no te mires los pies, pues tendrás todo el rato la mandíbula avanzada.
¿Tienes trastorno de la articulación temporomandibular? Visita a un especialista
Si tienes trastorno de la articulación temporomandibular o crees que algunos de tus síntomas pueden estar asociados a esta disfunción, te recomendamos que acudas a un especialista. Y con especialista nos referimos a un odontólogo u odontologa especializado en trastorno de la articulación temporomandibular.
Al ser un síndrome complejo, se recomienda una formación específica para diagnosticar, valorar y comprender cada caso, así como para ofrecer el mejor tratamiento.
En SevillaDental hemos recibido una formación específica en esta enfermedad y somos especialistas en el tratamiento. Por ello, si vives en Sevilla o ciudades cercanas de Andalucía, te invitamos a contactar con nuestra clínica para valorar tu caso.
Entre tu trabajo y el de nuestros especialistas conseguiremos los mejores resultados. ¡Esperamos tu llamada!